El espacio en blanco debería ser eliminado, no añadido.

Cuando diseñamos, casi siempre nos vemos añadiendo espacio blanco a nuestros proyectos, ya que una buena solución para organizar algo que parece amontonado es añadiendo un poquito de margen o padding hasta que tenga mejor aspecto. El espacio en blanco debería eliminarse, no añadirse, y no al revés, que es lo que normalmente se hace.

Si quieres mejorar rápidamente un diseño, lo único que tienes que hacer es dar más espacio para respirar a cada elemento.

Fácil, verdad? Entonces, ¿por qué no lo hacemos normalmente?

Mira el ejemplo que te muestro a continuación, y estudia las diferencias, en ambas propuestas tenemos los mismos elementos, con los mismos colores, tamaños y tipografías. La diferencia la marca el correcto espaciado entre los diferentes tipos de contenidos, así como respecto a los bordes del contenedor.

 

Para ello lo que has de hacer siempre es comenzar con demasiado espacio en blanco y luego ve ajustándolo hasta que sea lo más cercano posible a «justo lo necesario». 🙂

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